miércoles, noviembre 05, 2008

Cuarenta siglos

Esta noche me miro en el espejo de mis ojos
y veo al viejo de cuatro mil años que vive en mis manos,
hace tan sólo unos días
tenía apenas unas pocas primaveras,
pero era sólo el olvido que encontré en tu lecho.

Hace tanto tiempo ya
que estas manos acariciaron
tu piel blanca,
tus pezones de chocolate,
tu cuerpo ardiendo.

De pronto he despertado
y me ha dado cuenta
de los siglos que han pasado
desde que vivía sólo para ti.

Es cierto esta historia nuestra
se ha repetido una y otra vez
en estos cuarenta siglos,
pero ha sido apenas ayer...

ha sido apenas ayer y hoy
con cuarenta siglos en la piel
y en el corazón, sólo espero renacer
y encontrarte nuevamente
en coincidencias más auspiciosas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario